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7 usos que un hospital podría hacer de Instagram si quisiera

Una única fotografía puede inspirar a pacientes y a profesionales sanitarios a estar más unidos en un nuevo entorno de comunicación, en el que no tienen que estar físicamente en el mismo sitio para interactuar. Instagram, la aplicación reina de la imagen, quiere cada vez más protagonismo. Pero la pregunta es ¿En qué ámbitos puede tenerlo?

Son muchas las personas que cuelgan fotografías en Instagram diariamente sobre el mundo que les rodea. De estas, muchas trabajan en ámbitos sanitarios, ya sean como médicos, enfermeros o residentes, incluso estudiantes que todavía están en la facultad de alguna carrera de las materias mencionadas, por lo que se pone de manifiesto, que hay muchas cosas que comunicar, desde dentro, hacia fuera.

Pacientes y médicos comparten sus experiencias sanitarias a través de Instagram. ¿Mejora la relación de ambos?
A continuación presentamos 7 usos que un hospital le puede dar a Instagram:

1. Promover un estilo de vida saludable. La publicación de fotos que motiven un estilo de vida saludable puede mostrar a los usuarios cómo llevar una vida más sana a través de las imágenes.

2. Enseñar los detalles de las instalaciones. Todo el mundo sabe lo que hay dentro de un hospital, o se lo imagina, pero se diluyen la mayoría de los detalles que conforma la 'cara b' de un centro sanitario. Concepto que podría aportar algo de calidez al tradicionalmente frío concepto de hospital.

3. Mostrar cómo trabajan los profesionales. Acercar la labor de los profesionales. En qué parte del hospital trabajan, lo que hacen, etc. El efecto ‘casual’ que tanto triunfa en Instagram podía verse reflejado en los pasillos de un hospital, incluso en las oficinas, lo que está en el ‘backstage’ del centro, y que solo se ve en contadas ocasiones.

4. Mostrar un ambiente feliz y distendido entre médico y paciente, para afianzar la confianza. Instagram es una manera fabulosa para proporcionar a sus seguidores una mirada al interior del centro sobre lo que realmente está pasando. Esto construye una relación de confianza y mantiene que son dos elementos esenciales para cualquier empresa u organización.

5. Importancia del paciente. Muchos de los usuarios (pacientes del hospital) se sentirán importantes si se les coloca en el centro y ven como suben imágenes a su cuenta de Instagram y pueden etiquetar en ellas al hospital, porque participarán en la construcción de la imagen del mismo en esta red. Unos padres con su nuevo hijo recién nacido sería un buen ejemplo.

Algunas de las imágenes que se suben a Instagram.6. Concienciar sobre problemas de salud específicos. Instagram puede llegar a cualquier parte del mundo y puede hacer que personas que estén lejos se enteren de lo que está pasando en otro lugar. Incluso pueden ayudar difundiendo alguna necesidad, como en algún tipo de donación. En Estados Unidos ya se ha utilizado en algunos proyectos para recaudar dinero.

7. Mostrar los nuevos servicios. Una foto puede servir de explicación para muchas cosas, sobre todo las que hacen relación a las mejoras que se están realizando en los centros sanitarios.

¿Crees que una iniciativa así puede tener éxito en algún centro sanitario español?

¿Le sirve de algo a un hospital tener presencia en Pinterest?

Pinterest es la red social de la imagen visual (con permiso de Instagram) y la de la facilidad de uso para muchos usuarios, pero también carga con la fama de que muchos usuarios (ya sean particulares o empresas) no saben muy bien qué hacer ni en ella ni con ella. Al menos en España.

Pinterest, un arma para los hospitales.
Muchas son las empresas que están intentan implantarse con cierto éxito en esta plataforma, aunque no con tanto como si lo hicieron en otras redes sociales. Sin embargo, en el caso de la gestión sanitaria, Pinterest no se está viendo como una plataforma a la que sacarle rédito en la relación del centro o el médico con el paciente. En otras redes (Twitter o Facebook) muchos centros sanitarios se han sumergido de pleno para convertirlas en un canal para sus pacientes. También en Youtube y Linkedin tienen más adeptos, tanto en número de centros inscritos como en seguidores. Sin embargo Pinterest todavía no ha conseguido calar tanto y de momento sólo dos hospitales han decidido abrir un perfil en ella.


Pinterest sí, Pinterest no



El debate se está enfocando muchas veces en sí le sirve de algo a un centro sanitario tener presencia en esta red social. Sin embargo, ese debate puede partir quizás de una premisa no muy exacta. Realmente, ¿para quién puede cumplir alguna función? ¿Para el hospital? Quizás haya que plantearse más bien que pueda ir dirigida al consumidor de servicios de salud: el usuario o paciente.

Más allá del debate si un hospital español necesita esta red social para figurar o no, y aunque sea un mercado muy diferente, hay que fijarse en el caso de éxito de Estados Unidos, donde esta web es uno de los 20 sitios más populares del país.


Caso de EE UU


En EE UU, más de una decena de hospitales se han abierto cuenta ya en Pinterest. El Hospital Marketing Journal publicó un artículo en el que apuntaba algunos interesantes usos de Pinterest que estaban haciendo hospitales para difundir información a pacientes de forma segmentada como ejercicios de rehabilitación o dietas para diabéticos, con una gran participación.


 Algunos de esos centros son el prestigioso (y famoso) MD Anderson Cancer Center deHouston, el Phoenix Children’s Hospital y el Massachusetts General HospitalAcademy, como los más destacados. Un centro de oncología, un hospital para niños y un hospital general, páginas muy interesantes que recomiendo visitar. ¿Están estos hospitales dando un paso adelante conforme al resto? ¿O sólo han invertido tiempo en mantener una plataforma por mejorar su propia imagen? Miren y juzguen ustedes mismos. 

¿Puede ser Pinterest un arma para un hospital? La reflexión puede estar ya hecha. 


¿Qué apps sanitaria me puede resultar más útil?


La falta de regularización y el vacío legal no provoca que las aplicaciones sanitarias que hay ahora mismo en el mercado sean deficitarias, lo único que hace que el usuario que las usa no tenga la certeza de que lo que está usando realmente mejorará su salud sin ningún perjuicio para ella, como podría suceder en algunos casos.


Además de algunos criterios que se deben seguir a la hora de calificar si una aplicación sanitaria es segura, y que ya hemos apuntado en otro artículo de este blog,  podíamos enumerar algunas razones en las que fijarse que, a falta de legislación, nos digan u orienten sobre cuáles pueden ser más útiles que otras, de todas las que hay en el mercado actual, tanto español como internacional.


Los comentarios. Mientras más valoraciones positivas de otros usuarios que la hayan usado tenga, mejor será esa aplicación. El boca a boca, el efecto viral de algo que funciona, hay que tenerlo en cuenta. Pregunta, consulta y busca algo que te indique que se está usando con éxito.

 La capacidad de resolver problemas. Una aplicación que solo sirva para almacenar información, pero no resuelva ninguna cuestión que el usuario pueda plantear, no tiene sentido como tal. Debe ofrecer respuestas a preguntas.


Fácil de usar e intuitiva. Es muy importante que se entienda rápido y no haya que darle muchas vueltas. No debe ser muy difícil de entender, ni mucho menos confundir. Si fuera así, descendería su uso, y por tanto, no sería buena aplicación.


Actualizada con frecuencia. Debe tener mejoras constantes, es decir, debe reinterpretar el tópico de 'actualizarse o morir'. Nuevas versiones cada cierto periodo de tiempo. Si no se actualiza, se queda atrasada y denota que la empresa que está detrás no está trabajando en ella.


Inteligible. Si la información que ofrece es correcta, pero no llega a la persona porque no la entiende o la entiende mal, no tendrá sentido porque su función final puede verse minorizada por la dificultad en la comprensión.


 Seriedad para no confundir ni alarmar. La búsqueda de información, aunque sea a través de una aplicación, podría llevar al paciente a pensar que está enfermo. Una aplicación que no ofrezca una información fiable, no cumplirá su función y por tanto no será útil.

Cómo saber si una apps sanitaria es segura si no existe legislación


Muchas aplicaciones sanitarias son seguras, pero no existe certificación.

Mucho se está hablando de la burbuja de aplicaciones sanitarias y la poca o inexistente certificación de las mismas. Desde la entrada del smartphone, cada vez más personas las están usando. Ante un mercado que no para de emerger, la pregunta patente que se hacen cada vez más tanto profesionales sanitarios como usuarios de esas aplicaciones es la misma: ¿Son seguras? Mientras tanto, la latente que deberían hacerse ambos y también las Instituciones sanitarias es: ¿Responden a alguna necesidad del paciente o sólo buscan tener muchas descargas?


Son muy pocos los médicos que recomiendan aplicaciones a sus pacientes, pero muchos los pacientes que no paran de bajarse aplicaciones de diversa índole: desde controles de tensión o aviso para medicación hasta las que responden a preguntas sobre la salud de un bebé, de un enfermo adulto, etc. Algunas tienen muchos usuarios y consiguen una popularidad muy alta, que les da a la vez mucho prestigio pero, ¿eso las convierte en seguras?


En un país en el que se regula casi todo, existe un enorme vacío legal en lo que a certificación de aplicaciones sanitarias se refiere. Ni instituciones sanitarias, ni Gobierno central ni Comunidades Autónomas parece que vayan de momento a preocuparse por este aspecto. Y aunque lo hicieran a partir de mañana, ya lo dice el sabio refranero popular español: “Los asuntos de Palacio, van despacio”.

Mientras que eso no suceda o no exista, por ejemplo, un sello al que adherirse para obtener certificación, para saber si una apps sobre salud es segura hay que seguir, como mínimo, estos cinco criterios:

  • Tener referencias. Saber si la respalda alguna institución público o privada.
  • Conocer la procedencia. Hay que cerciorarse que la misma aplicación identifica al equipo médico o las personas que están detrás. Es necesario conocer en qué país está el remitente, y si hay alguien detrás de ella identificado.
  • Confidencialidad. Algunas aplicaciones, cuando se descargan acceden automáticamente a cualquier dato del teléfono del paciente, sin este en la mayoría de los casos saberlo. Por eso hay que estar seguros de los permisos que tiene esa aplicación en cuanto al acceso a nuestra información, como fotos o datos de la agenda telefónica. Tanto el sistema del Iphone como el de cualquier otro Smartphone  no cesan de almacenar información privada sobre nosotros y podría ser peligroso que una aplicación sanitaria no segura acceda a ella.
  • Actualización. La medicina avanza muy rápido y que haya aplicaciones sanitarias con más de un año de vida sin actualizaciones pueden convertirse en trampas de salud para sus usuarios.
  • Sentido común. El criterio más importante de todos. Una aplicación no deja de ser una aplicación por muy útil que sea. Algunas sirven para dar información, y otras para ayudar, pero en ningún momento sustituyen a  una consulta al médico, algo que se debe tener en cuenta.


En definitiva, la mayoría de las aplicaciones sanitarias, sobre todo las más populares, son seguras mientras no se demuestre lo contrario, pero no existe certificación internacional nacional aún que las homologue. Por tanto, el uso seguro requerirá mucho sentido común.